Recuperando energía

Caímos por la alcantarilla y llegamos al suelo. Aquello estaba oscuro. Iluminé algo con rayos rojos.
Miré hacia atrás, cayó , pero le cogí y le ayudé a levantarse
-hay que buscar la subestación.-le dije, esperando su contestación.

Seguimos caminando, cada vez se hacía más oscuro y tropecé con algo, afortunadamente, Cole me sostuvo. -Gra-gracias... No quisiera oler a alcantarilla...- Le contesté, dió un poco de luz con sus rayos, entonces dijo que teníamos que llegar a la subestación, yo pensé durante un tiempo adonde se encontraba y después de un rato me acordé, pero pensaba seguirlo, no se me daba bien orientarme. Aún siendo esta la ciudad en la que me crié.

-de nada- le dije yo.
Seguimos avanzando. Allí había un tramo del camino roto, y mas adelante unos segadores, que empezaron a disparar. El espacio era muy reducido.
me eché al suelo con Valeria y disparé a los segadores.

Después de un tiempo caminando, nos encontramos con unos segadores que empezaron a dispararnos, no había sitio para escondernos, y Cole se tiró al suelo conmigo, él disparaba y yo también empecé a dispararle a los segadores, le di a 3 o 4 de ellos, los otros los mató Cole, nos levantamos y me miré el traje. - Vaya... Y yo que creía que iba a salir de la alcantarilla sin ensuciarme...- Dije, luego suspiré y guardé el arma. Esperé que Cole siguiera su camino.

Oí lo de su ropa, ya habría tiempo para lavarla. continuamos por el camino, Al rato vimos el circuito para poder luego activar la subestacion. Allí había una intensa oscuridad. Salté y me enganché al circuito reestableciendolo. Entonces supe que algo nuevo había en mí. y de pronto supe lo que era. Ahora podia lanzar bolas de electricidad que explotaban, como granadas. Aquello era nuevo.

Llegamos al circuito y Cole lo restableció, parecía que Cole tenía un nuevo poder el de lanzar unas
especies de "granadas electricas", entonces escuché pasos tras de mí, eran más segadores, entonces, tuve una idea. Me dirigí a Cole - Lánzales una granada. - Le dije, y acto seguido me escondí tras una caja de madera lo suficientemente grande y lejos de los segadores.

De repente, descubrí que era capaz de usar aquella oscuridad... Podría hacerla material y atacarles con aquel entorno, pero prefería no usar más la oscuridad... Estaba bastante preocupada de que fuera capaz de dominarme, y esperé a que Cole lanzara sus granadas.

Lancé una, pero me consumió mucha energía, explotó. varios trozos de metal vinieron hacia nosoytros., ella estaba escondida y a salvo, yo me eché al suelo, y luego me levanté.
-bueno, solucionado-le dije, cogiendola y ayudandola a levantarse.

Cole echó una y saltaron trozos de hierro, pero acabó con los segadores, luego me levanté. - Gr-gracias. - Le dije al ayudarme a levantarme. Miré hacia donde había caído la "granada" electrica y ví todo quemado. Me quedé impresionada por la potencia que tenía, vi que Cole había gastado mucha energía al lanzar la granada. - ¿Dónde podrás recargarte? Pareces muy débil ahora que has gastado tanta energía... - Pensé. Esperé la respuesta de este.

-ya veremos, seguramente haya algunas cajas de fusibles por el camino.-le dije.
Aunque no lo pareciese las cajas de fusibles eran una gran fuente de energía.
Llegamos a un lugar con muchas tuberias, me colgué de una y le hice un gesto a Valeria para que viniese.

Cole me dijo que quizás hubiera unas cajas de fusibles, entonces asentí un poco confusa, después de avanzar un rato, Cole saltó y se encaramó a una tubería, él me hizo una señal e hice lo mismo, empezamos a avanzar durante un tiempo.

Llegamos a un camino rodeado por el agua. bajamos.
De pronto sonó un grito y un segador apareció, gritando corrió hacia nosotros, Sacó dos bombas y se las frotó en su traje, estas se encendieron. Miré a Valeria, yo le lancé un relampago que lo hizo volar por los aires. Miré a valeria, Esa mirada quería decir que ella si quería que los matase, o que, por lo menos los tirase al agua, y yo de un rayo los electrocutase, pero no podía liarme a relampagos con ellos.

Llegamos a un camino rodeado por agua y unos segadores kamikaces se acercaron corriendo, con bombas, Cole mató a uno electrocutándolo, me dirigió una mirada, quería que los echara al agua, Aún había oscuridad allí, así que usé mi nuevo poder y los lancé a todos al agua, le miré rápidamente. - ¡Ahora! - Le dije, no deseaba que volvieran a la acción, entonces me sentí mal, pero no hice nada que pudiera delatarlo...

Les lancé un relampago y murieron.
Miré a Valeria. Se sentía mal, era obvio.
-¿estás bien?-le pregunté. Por primera vez preocupado por una persona.
Le sujeté y la recosté contra una caja, No sabía que le pasaba.

Cole mató a los segadores, luego pudo ver que estaba mal, entonces me ayudó a recostarme en una caja. - He... Usado mi poder oscuro demasiado... No- no debí...- Entonces una punzada increíblemente dolorosa en el pecho me interrumpió y lancé un grito, ¿era mi poder? ¿Me estaba castigando por usarlo tanto? Me puse la mano en el pecho, de repente tuve la necesidad de liberar mucha energía. - ¡Corre Cole! ¡Ponte a cubierto! - Le dije, este se puso rápidamente a cubierto detrás de otras cajas, entonces grité y con ese grito, una onda de poder oscuro salió de mí, me sentí entonces menos débil... Esa onda había hecho que el agua temblara y se moviera violentamente... Las cajas casi se rompieron... Afortunadamente, Cole estuvo a salvo... Respiré ondo varias veces y me levanté como pude. - Y-ya... Lo-lo siento... No debí usar tanto mi poder... - Dije de nuevo... Luego miré a Cole

-lo siento, ha sido culpa mia, debi controlar la energía liberada en las granadas-le dije yo.
Aquello me quedaría grabado a fuego para toda la vida.
Me acerqué, La miré. De pronto vi una caja. Por fin. Me acerqué y me recargué.
Volví con ella, estaba muy débil, la cogí en brazos y la llevé hasta la subestación, la recargué, la ciudad había vuelto a La vida.
Pero no podía pensar en ello. Hasta que valeria no se recuperase, no podría salir de allí. Me arrodillé al lado de ella. El corazón se le estaba parando.
Cargué mis manos de electricidad, y mientras decia todo tipo de tacos, le daba descargas eléctricas, tenía que reanimarla. De pronto ella abrió mucho los ojos y cogió mucho aire.

Cole me ayudó. - Gracias... - Le dije, luego me levanté, me disculpé por los problemas que le causé, estabamos en la subestación. - Bu-bueno... Al menos ya estamos en la subestación y te has recargado, me alegro pro ti. - Le dije un poco sonrojada. Miré la subestación, entonces sentí que alguien me llamaba, salí a la ciudad, afortunadamente no había ningún segador ni chupasangre allí y escuché una voz. - ¡Ayuda! ¡Por favor! - Decía, entonces fuí corriendo hacia aquella voz, me horroricé... Era mi maestro, rápidamente, olvidando lo que pasó, usé mi poder oscuro e hice que por un agujero negro todo el edificio desapareciera, me arrodillé y cogí la cabeza de mi maestro. - ¡Maestro! ¡¡Maestro!! - Le dije entre lágrimas, estaba muy débil. - ¡Cole ayudalo por favor!¡Te lo suplico! - Le pedí, no deseaba que muriera la persona que más cariño le tenía.

Oí a valeria. Llegué y vi como agarraba la cabeza de alguien a quien llamaba maestro, estaba agonizante y me pedía ayuda.
Corrí haciaél y le puse las manos encima, le apliqué la electricidad. Las heridas dejaron de sangrar y el corazón volvió a su ritmo, pero el "Maestro" se desmayó.
-eso es buena señal.-dije.

Entonces mi Maestro se desmayó, me asusté, pero Cole me dijo que era buena señal, de nuevo, las lágrimas escapaban de mis ojos, pero esta vez era de alegria. - Oh, gracias ¡Muchisimas gracias! ¡Nunca podré recompensarte esto! - Le dije emocionada, luego delicadamente abracé a mi maestro, estaba muy feliz de encontrar a mi maestro, luego me dirigí a Cole. ¿Dónde iremos esta vez?- Le pregunté a Cole, estaba muy feliz de volver a ver a mi maestro con vida.

Ella lloraba de alegría, me dijo que nunca podría recompensarmelo.
-lo mejor será llevarlo a un hospital o centro médico.-le dije, mientras cogía a su maestro y empezaba a andar.
Eché una rápida mirada a mi móvil, estaba siempre en el GPS, para orientarme. El centro médico más cercano estaba a un par de manzanas.
-solo seran un par de manzanas-le dije

Cole me ayudó a llevar a mi maestro a un hospital, dijo que estaba a unas manzanas, yo le seguí, mirando a mi maestro, aún desmayado, rezaba por él y porque pronto se recuperara.

Llegamos al hospital, entramos y lo dejé en una camilla, avisé a unos médicos, que vinieron corriendo.
-¡se ha salvado por los pelos!-dijeron, maravillados.
Esperé. Lo cogieron y se lo llevaron. Noté que Valeria estaba llorando levemente.
Me giré y le ayudé a subir hasta la planta en la que me habían dicho que estaba. Le senté. Le dí un abrazo,
- Dentro de poco podremos ir a verlo- le dije, consolandola.
Luego me separé de ella y apoyé mi espalda en el sofá.

Llegamos al hospital, los médicos se llevaron a mi Maestro, lo miraba preocupada, luego Cole y yo nos sentamos en la sala de espera, unas lágrimas se escaparon de mis ojos, aún sabiendo que mi maestro estaba vivo, estaba preocupada por su estado. Cole me consoló, yo le miré. - Gracias... - Le dije con una sonrisa, era muy amable y agradable conmigo.

Valeria me dio las gracias.
-de nada.-le dije-Ahora hay que intentar dormir, parece que vamos a pasar la noche aquí.
Después de decir esto me recosté y cerré los ojos. Aun no me iba a dormir. pero por lo menos descansar.

Cole se acostó, yo deseaba hacer lo mismo, pero no podía, no se me quitaba de la cabeza mi maestro y todo por lo que habíamos pasado. Mi poder oscuro... Todo, empezó a llover, me levanté y empecé a observar como caía la lluvia, siempre me encantó ver como llovía, no sabía por qué, me parecía fascinante... Era una tontería, pero me entretenía, seguía las gotas, resvalando por el cristal.

Apenas llegué a dormirme cuando me desperté. Valeria estaba mirando por la ventana, no había nadie más. Me incorporé y le dije:
-vaya, parece que está lloviendo.
me acerqué al cristal, y miré La ruinosa Empire city. Desde allí se veía una zona sin edificios en el distrito histórico. donde había explotado la bomba.
Cerre los ojos, y por un momento recordé cuando yo solo era un cartero.
Los volví a abrir y me apoyé en el cristal.