Encuentros.

-Vivo aqui porque llevo toda mi vida aquí.-le contesté.

Después de su respuesta me invadió una gran curiosidad, muchas preguntas pues parecía que sabía más de la zona que yo, yo no me acordaba de nada y este era un mundo nuevo que no había visto. Mi nombre es Alby ¿y el tuyo cual es?-dije mientras extendía mi mano hacia el soltando mi mano izquierda que junto con la derecha sujetaba la pistola.

-yo soy Cole.-Le dije, estrechando su mano.
-Y vivo en esa azotea de allí.-dije señalando mi Azotea.

Después de oír su nombre cerré un momento los ojos y los volvía a abrir a los dos o tres segundos. Entonces me di cuenta de que no estábamos solos, me pareció ver algo moverse entre los escombros. Mis temores fueron confirmados cuando un Segador se levanto de entre los escombros portando un fusil. ¡Cuidado agáchate!-dije agarrando al hombre y obligándole a agacharse mientras yo también me agachaba a tiempo de esquivar un ráfaga de balas. Me parece que no viene solo -dije apoyándome contra lo que parecía media pared mientras agarraba mi pistola con las dos manos.

Me echó al suelo, yo me levanté y le lancé un rayo a uno. Saqué mi arma y la arrastré, causando chispas, de un golpe la alcé y la descargué sobre un segador, que cayó al suelo. Guardé el arma y seguí lanzando rayos, ondas y granadas, esta vez moderando mas la energía en cada una. Recargué y de pronto un conductor segador se materializó allí. Me lanzó un coche yo rodé y le lancé un relámpago.

Había comenzado una batalla campal y yo iba a participar en ella, descubrí que mi compañero era capaz de lanzar rayos, tenia poderes como yo pero los usaba mas habitualmente que yo o eso me parecía. Me asomo por un lado del escombro al tiempo para ver a varios Segadores que habían llegado con distintas armas. Rápidamente apunte al que tenía más cerca y le dispare, la bala le alcanzo en el hombro, la segunda en el interior de la capucha. Entonces fue cuando apareció un conductor que había lanzado un coche a Cole pero este lo esquivo y le lanzo un rayo.

Era el turno de usar mi poder, estire mi brazo hacia el Segador más cercano y me concentre. De pronto del suelo salió un rama que se fue dividiendo en varias a medida de subía, de pronto la rama se hizo hacia atrás y de pronto hacia delante golpeando al Segador mandándole varios metros hacia atrás.

Vi como unos segadores llegaban hasta ellos. Ya era hora de actuar. Bajé del edificio y mosifiqué mi brazo para que fuese una "espada". Le sacudí a uno, que acabó muerto con un agujero que le traspasaba de parte a parte.

Dios, parece que todos lo que tienen poderes se han reunido aquí-pensé- un tipo que controla los rayos, yo que controlo la madera y el nuevo que parecía que su brazo era una espada. De pronto sentí una presencia detrás mía cuando me gire vi a un Segador que se había acercado demasiado y tenía un hacha. Rápidamente me tire al suelo esquivando el hacha que se clavo en el escombro, de pronto la saco y volvió a atacarme, rodé por el suelo esquivando otra vez el hacha que se clavo en el suelo. Rápidamente le apunte con la pistola y le dispare matándolo. Rápidamente me incorpore y volví a cubrirme detrás del escombro donde observaba la escena de la lucha.

Me abalancé a por otro segador. Le atravesé de parte a parte y le lancé, empotrandolo contra otro. Miré hacia mi lado, allí habían varios más. Era hora de cambiar te táctica, miré a los segadores, y mis brazos se transformaron en dos garras muy afiladas. Me abalancé hacia ellos y empecé a dar zarpazos a diestro y siniestro.

Cada vez venían más y más Segadores, no sabía cuánto más iba a aguantar luchando. Volví a disparar a otro Segador que se me estaba acercando, le alcance en la pierna y cuando cayó al suelo le dispare en la cabeza. No duraría mucho mas así, salte de detrás del escombro para observar como Cole se enfrentaba al conductor, decidí echarle, extendí mi brazo y una ramas salieron del suelo agarrando por los pies al conductor. ¡Aprovecha ahora!-grite a Cole.

Las ramas sujetaron al conductor, yo aproveché y le lancé un relámpago que le dio en el estomago, haciendole agacharse, luego le disparé a la cabeza, acerté, el segador cayó muerto. MIré alrededor, el nuevo había acabado por el último.
Me acerqué, me sonaba.
-Hola, Soy Cole, Cole Mcgrath. ¿Y tú?-le pregunté.

-¿Cole tío eres tú en serio? ¿te acuerdas de mí. Alex Mercer?-le dije. Esperaba que se acordase de mí.

-¡Alex! Cuanto has cambiado-le dije. Alex había sido mi mejor amigo, pero después de la epxlosión perdí el contacto con él. Pero parecía que el tambien tenía poderes.

Los Segadores habían sido derrotados, ya no quedaba ninguno de los que nos estaban atacando, entonces observe que Cole y el nuevo empezaron a charlar el uno con el otro, parecía que se conocían y me sentía como que yo sobraba. También tenía un sentimiento de decepción, cuando paso lo de la explosión perdí la memoria y aunque me lleguen algún que otro recuerdo no podría reconocer a nadie.

Vi que el chico estaba algo deprimido.
Le pregunté a Cole donde vivía ahora, el me señaló una azotea
-¿Puedo ir?-le pregunté. Al ver el gesto de asentimiento de éste, le dije al chico que viniese. Emecé a trepar por el edificio.

Entonces fue cuando el nuevo, que aun desconocía su nombre, hablo con Cole sobre su casa y al ver que luego me decía a mí que viniese también me acorde que había empezado una nueva vida, no necesitaba recordar el pasado sino recordar el presente. Rápidamente corrí detrás del nuevo e imitándole empecé a trepar por el edificio.

Iba caminando por aquel sitio, en tensión, preparada para cualquier cosa. Entonces me encontré con un grupo de personas. Sin saber que hacer, me acerqué a una pared y me camuflé, para poder observar con detenimiento a aquellas personas.

Cole, el chico rubio y un chico nuevo empezaron a conversar, parecían conocerse Cole y el chico nuevo, alex, luego sonreí, entonces sentí una presencia, miré hacia un lugar, lo sentía extraño, Dante no paraba de ladrar hacia ese lugar, yo me acerqué lentamente, Dante fue corriendo y mordió el aire, pero parecía tener algo, yo lo quité rápidamente. - ¿Q-quién eres? - Le pregunté, con miedo a que fuera un enemigo.

Grité cuando aquel animal me mordió. Perdí la concentración y volví a ser visible. Del susto, tropecé y caí al suelo. Levanté la cabeza y vi a aquella chica mirandome, algo asustada. No la juzgaba, yo también lo estaba. Miré hacia todos lados, buscando una salida, pero no la encontraba. El corazón se me desbocó. Tras un momento de duda, acabé contestando.
-Me... me llamo Hikari- mentí. No quería desvelar mi identidad a alguien que no conocía de nada. La experiencia me había enseñado a ser desconfiada.

Entonces se descubrió, era una chica, no parecía ser muy peligrosa, pero no me fiaba de ella, decía llamarse Hikari, la seguí mirando y retrocedí unos pasos, miré a los demás, esperaba respuesta de ellos.

Después de una pequeña escalada hasta el apartamento de Cole, nos recibió una extraña escena, cuando entre pude observar como un perro mordía el aire que se convirtió en una joven. Otra chica se acerco a esta y le pregunto su identidad, la chica dudaba en decirle su nombre o no. Entonces me sentí incomodo, como marginado del tema, no sabía si quedarme donde estaba y seguir observando o marcharme.

Había una nueva. Se llamaba hikari.
Me acerqué, parecía dolorida en un brazo, dante estaba a su lado moviendo la cola. yo sonreí.

El nuevo, que parecía un conocido y buen amigo de Cole, se acerco a la chica que antes era invisible, parecía una reunión de gente con poderes. Mientras tanto yo miraba al perro que agitaba la cola en señal de alegría. Sentí un pinchazo en la cabeza y de pronto varias imágenes pasaron por mi mente, recuerdos olvidados que volvían en desorden.

Un niño pequeño, de rizados rubios cabellos, junto a un Hasky siberiano bajo un toldo de un edificio mientras la lluvia caía en una ciudad que era ahora una ciudad en ruinas causada por una bomba. Cuando las imágenes terminaron de pasar, me desplome en el frio suelo, inconsiente.

El chico rubio estaba inconsciente. Le cogí yy le subí al tejado corriendo velozmente y sujetandome a veces. le puse en el sofá.

—Necesito pensar, me voy.—Dije. Después me alejé de allí.